domingo, 14 de abril de 2013

Consejos para futuros (y actuales) periodistas


Recomiendo su lectura a todos los estudiantes de Periodismo, Periodistas en actividad y a los lectores de buenos artículos publicados en Internet sobre Periodismo; material publicado luego de pedir autorización a Tribuna de Periodistas.

Andrew Vachss lo dijo mejor que nadie: “El periodismo es lo que mantiene la democracia. Es la fuerza para el cambio social progresivo”. A fuerza de repetición, esa frase ha perdido sentido de ser a lo largo de los años.

La polarización de la prensa en los últimos tiempos, solo tiene un damnificado: la sociedad, especialmente aquella que busca informarse. ¿Cómo creer en medios que no se mueven un ápice del discurso de la Casa de Gobierno? ¿Cómo dar fe al periodismo que se muestra opositor al extremo de inventar información?


Esa es la situación que hoy vive la Argentina, con medios que se encuentran a los extremos de la desinformación. Ergo: ¿Cómo creer en lo que publican?

Algo similar ocurre con los portales de noticias alternativos, tan proclives a hacer escandalosas operaciones de prensa, siempre rentadas. Abundan en la web y son fácilmente identificables porque carecen de publicidad y están colmados de artículos periodísticos sin sustento.

En particular, el crecimiento de esos sitios es inversamente proporcional al decaimiento de la calidad de la prensa en general. El resultado de ello puede verse a simple vista: ríos y ríos de información poco confiable en Internet.

El periodismo está lejos de ello, nada tiene que ver con lo que se ha descripto. Solo basta una simple premisa para ser un buen hombre de prensa: ser honesto.

Se puede escribir mejor o peor; trabajar en un medio más o menos relevante. Sin embargo, no es eso lo más importante: para ser un periodista íntegro lo que vale es ser una persona de bien.

A ello hay que agregar un condimento imprescindible: la pasión. Quien busque hacerse millonario con el ejercicio del periodismo, se ha equivocado de profesión.

El hermoso arte de informar es solo para quienes amen llevarlo a cabo, solo por el hecho de hacerlo. No hay más que eso.

Hay que decir que no es poca cosa. Lograr ser un periodista creíble, al cual la ciudadanía recurre a la hora de informarse, es todo un logro. Pocos lo logran en verdad.

La mayoría naufraga en el mar de la mediocridad o el descreimiento social. Por ello, el desafío descansa en las nuevas generaciones de periodistas, muchos de los cuales hoy persisten en concurrir a puntuales escuelas de periodismo y universidades.

A ellos va dirigida esta columna: primero, para que sepan que será un camino de espinas, no de rosas. Segundo, para que no decaiga su fe en lograr un mundo mejor.

De ustedes depende, ni más ni menos.





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